¿QUIÉNES SOMOS?
Somos una organización sin fines de lucro, conformada por personas con espíritu solidario que buscan transformar de forma positiva la realidad social de vulnerabilidad en la región Suroeste, zona fronteriza de la República Dominicana, sirviendo como instrumento canalizador de recursos para la ejecución de iniciativas de impacto que contribuyan con el desarrollo individual y colectivo de esta población.
¿CUÁL ES NUESTRA FINALIDAD?
Hemos asumido un compromiso con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la región Suroeste de República Dominicana.
Como entidad altruista, dinámica e innovadora que se antepone a las necesidades, nos regimos por los principios y valores humanos que nos mueven a servir y a materializar programas y proyectos que contribuyan con el bienestar y calidad de vida de la población en riesgo social de esta zona fronteriza, estimulando, además, su integración y la responsabilidad con la construcción de un futuro viable y de progreso en términos humanos y materiales, a la vez que infundimos ese mensaje de alegría, amor, esperanza e inspiración.
MISIÓN:
Ser el principal ente canalizador de recursos provenientes de personas voluntarias, organismos nacionales e internacionales, sector público-privado y sociedad civil en general para incentivar, impulsar y promover el desarrollo integral de las comunidades de la región Suroeste de República Dominicana, a través de la implementación de iniciativas y proyectos educativos, culturales, sociales y ambientales.
VALORES:
• Solidaridad: Principio que nos permite extender una mano amiga, de forma incondicional, a personas o causas ajenas y sociales.
• Responsabilidad: Cumplimiento de las obligaciones adoptadas y aceptadas, y compromiso con la consecución de estas.
• Honestidad: Valor fundamental para establecer relaciones basadas en la transparencia y en la confianza.
• Respeto: Reconocimiento y aceptación de la igualdad entre todas las personas. El respeto define la forma en que actuamos ante los demás.
• Amor: Nos mueve a actuar desde el buen hacer de forma genuina y desinteresada.
• Bondad: Característica común que nos induce a hacer el bien y a abrazar las causas que
benefician al prójimo.
• Gratitud: se refiere a ser agradecidos con todas aquellas personas que contribuyen con las
iniciativas sociales que apoyamos. HISTORIA
El programa “Un Día Para Mi Pueblo” nace a raíz de un sentimiento común entre los co-fundadores: la necesidad de convertirse en ciudadanos proactivos que pasan del sustantivo “querer” al verbo “hacer”, motorizados por el deseo de mejorar, literalmente, cualquier aspecto de nuestra comunidad en sentido general, y de impactar de manera positiva las vidas de las personas a las que tocan.
Iniciamos en 2017, cuando nos reunimos un grupo de amigos para dedicar un día a una labor social, en ese entonces la limpieza del bosque Las Barias. Tras una jornada de 10 horas, 25 bolsas de basura
y un área impecable, sentimos que, aunque esta acción pasaba desapercibida, rendimos tributo a la madre tierra y como dijo una de las personas del equipo “la naturaleza nos lo va agradecer”.
Continuamos, y pusimos nuestra mirada de bondad en los envejecientes, o “los viejitos” como les llamamos cariñosamente, considerando que son una población marginada a la que se le destina poca atención y recursos.
Fue así, como decidimos hacer una cena navideña en su honor. La primera noche para nuestros viejitos fue el 23 de diciembre de 2017. Previo a la cena, esos días cena fueron de retos para quienes formaban UDPMP en ese entonces, pues éramos muy pocos y sentíamos que la responsabilidad de brindarles una noche inolvidable, como lo prometimos, pesaba en nuestros hombros.
El resultado fue ¡mejor de lo esperado! Desde la entrada al salón, nuestros corazones rebozaban de felicidad al ver sus rostros iluminados, sus sonrisas e incluso sus ojos lagrimosos. En seguida supimos que esa iniciativa tendría que ser una tradición. ¡Dicho y hecho! Para nosotros no se trataba de una cena, era una oportunidad de regalar alegría, amor, esperanza a nuestro pueblo.
Partiendo de esta actividad, nos inspiramos en una población distinta: los niños; para quienes organizamos, en el mes de julio, “Una Tarde de Colores”, evento lúdico en el que cantamos, jugamos, y aprendemos junto a ellos, mientras vivimos momentos incomparables.
Paralelamente a estos eventos, nosotros asumimos la responsabilidad de extender nuestra mano amiga y/o servir como puente canalizador de recursos a favor de personas en situaciones de vulnerabilidad y riesgo social.
Es así como, de ser un grupo de amigos con espíritu solidario, nos convertimos en una organización sin fines de lucro, que busca establecer la esperanza, la resiliencia, la alegría, como los valores de la “gente del Sur”, gente buena que, a pesar de las carencias, sonríe y valora que pongas tus manos como escalón, para impulsar su desarrollo integral.